Hazel sintió algo atascado en su garganta cuando escuchó esas palabras, esperó que se rieran de ello, pero la seriedad en sus rostros le dijo que él decía la verdad.
Ella asintió y salió de la habitación y justo cuando la puerta se cerró, Rafael arrebató la hoja al hombre.
Sus ojos seguían las líneas que parecían venas con una intensidad como si fueran a quemar un agujero en la hoja.
—¿Y si ella hubiera reencarnado? —el hombre soltó una carcajada como si hubiese escuchado un chiste, pero solo se sintió burlón para el vampiro.
—¿Acaso no estamos todos reencarnados? Las almas nunca son nuevas, cambian de cuerpos todo el tiempo.
—Quieres saber si ella era Bella, la que estás esperando.
—Aunque su rostro tenía las mismas características, su sangre no coincidía con la de ella. Su árbol de la vida es de humanos y su futuro también está con los humanos —él tomó los dedos de Rafael y los perforó también.