—¿Es solo porque querías salvarle la vida o es que te gustaba? ¿Eh? —su aliento se entrecortó cuando su susurro empezó a acariciar su piel.
—¿Qué... qué te hace pensar eso? Ni siquiera he visto bien su rostro. Solo quería salvarlo porque siento que, si no me hubiera casado contigo, ¡habría tenido el mismo destino! —podía sentir que su cuerpo se relajaba al escuchar su respuesta y una suave sonrisa que parecía genuina se formó en su rostro.
—Hmm, como dije, ¡eres muy amable! Una persona debe ser egoísta si quiere sobrevivir en este mundo. Tienes que cambiar esa costumbre tuya —su cuerpo empezó a relajarse lentamente cuando sintió que una vez más había escapado por poco de la adversidad.
—¿Por qué te sientes inseguro tan fácilmente? ¿Tienes miedo de que te traicione? —ella había sentido eso antes también, cuando estaba con Damien y ahora también.
Cuando él notaba que su mirada se posaba en otros hombres, él perdía el temperamento y se volvía frío.