—¿Qué le pasó al Rey Alejandro? —Maxim tenía curiosidad por saber.
No esperaba que la gente de esta poderosa familia de magos se enfermara o incluso muriera joven. La tía Catalina murió después de dar a luz a su hija y ¿ahora su esposo estaba realmente enfermo? ¿No se suponía que debían ser fuertes y poderosos?
Myrcella no pareció apreciar su pregunta y asintió a Tides para que llevara a los dos invitados a sus cámaras para que descansaran. —Tides, los invitados se quedarán a cenar. Por favor, ayúdales a instalarse en sus cámaras para que se limpien y descansen.
—Entendido, Su Gracia, —dijo Tides, inclinando profundamente su cabeza.
—Eh... Traje a alguien conmigo, —Maxim habló rápidamente—. Su nombre es Renwyck y es mi ayudante de confianza.
—Él está atendido, Su Gracia, —respondió respetuosamente Tides.
