—Si no dices lo que te gusta y lo que no... no podré darte lo que deseas —dijo el hombre con voz ronca—. Podría hacerte sentir incómoda o darte dolor sin saberlo...
Maldita sea, sonaba tan sexy para los oídos de Emmelyn.
...
—Al igual que tu comida favorita. Si no me dices qué comida te gusta, no sabría cómo alimentarte —añadió.
Las palabras de Marte dejaron atónita a Emmelyn. Miraba esos iris dorados en confusión. Ella pensó que este asqueroso príncipe simplemente la iba a follar así sin más, sin preámbulos.
¿No quería solamente tener sexo con Emmelyn y asegurarse de que quedara embarazada y diera a luz a sus hijos? ¿Por qué preguntarle qué le gustaba y qué no?
Marte acarició la mejilla de Emmelyn y acercó su rostro hasta que sus narices se tocaron. Cerró los ojos y sonrió levemente. Aparentemente, él podía leer la mente de la chica porque entonces soltó una suave carcajada.
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—¿Crees que simplemente te follaré? —preguntó el príncipe con una voz cariñosa—. ¿No odias ser tratada como una vaca reproductora que solo se usa para producir descendencia? Entonces, ¿por qué crees que te trataré así?
Emmelyn quedó estupefacta con las palabras de Marte. ¿Escuchó bien?
—Tú... ¿no me consideras una vaca reproductora? —preguntó la chica con voz vacilante—. Pensé que eso es lo que soy a tus ojos...
—Eh... si tú eres una vaca reproductora, entonces yo soy el toro utilizado para la reproducción —reprendió Marte con una voz ligeramente irritada—. Somos compañeros de equipo. Tenemos un acuerdo para producir tres herederos para el Reino de Draec. Por supuesto, debemos trabajar juntos lo mejor posible para poder alcanzar nuestros objetivos cuanto antes.
Compañeros de equipo.
No una vaca reproductora y un toro.
Emmelyn cayó en silencio. Solo entonces se dio cuenta de que, de hecho, la presión sobre Marte para tener descendencia era mayor que sobre ella. El hombre era el único hijo del monarca del reino de Draec y estaba presionado para continuar su linaje familiar.
Entonces, Marte debía entender lo que ella sentía, siendo utilizada con fines reproductivos.
—Hmm... —Emmelyn finalmente parpadeó con las pestañas. Se sentía incómoda sintiendo la nariz del Príncipe Marte contra la suya.
[¿Puedes no quitarme mi oxígeno?] Solo guardó esos pensamientos para sí misma. No quería arruinar el ambiente solemne.
El cuerpo desnudo del hombre estaba presionado contra el cuerpo de Emmelyn. Podía sentir su corazón latiendo rápidamente, luego su mano en el trasero de Emmelyn... y... algo duro y cálido entre sus muslos.
Emmelyn tragó con dificultad. De alguna manera, su garganta se sentía muy seca. No era capaz de hablar las palabras. Finalmente, solo pudo asentir lentamente.
Afortunadamente, la visión de Marte era muy aguda. Pudo ver a Emmelyn asintiendo, indicando que le había gustado su beso de hace un momento.
—Bien... —dijo Marte con un tono satisfecho—. Voy a hacer las cosas que te gustan. Si tú estás feliz, mi hijo estará feliz y nacerá feliz.
—Eh... todavía no estoy embarazada... —dijo Emmelyn apresuradamente—. Tu hijo, mis narices.
—Todavía no, pero lo estarás. Pronto... —dijo Marte con una risita. Él no le dio ninguna advertencia, simplemente reclamó los labios de Emmelyn de manera codiciosa y la atacó con pasión. Su mano izquierda apretó el trasero de Emmelyn mientras su mano derecha amasaba el seno izquierdo de la chica.
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—Aaahh... —Emmelyn, que no esperaba ser atacada de repente, dejó escapar un grito ahogado. Espontáneamente, sus piernas se enredaron alrededor de la cintura de Marte y su cuerpo se arqueó al sentir otra corriente de placer recorriendo su cuerpo de cabeza a pies.
—Di mi nombre si te gusta lo que hago... —susurró Marte roncamente, después de haber retirado sus labios de los de Emmelyn para darle la oportunidad de respirar. Bajó rápidamente sus besos al cuello de la chica y dejó suaves mordiscos aquí y allá que le enviaron escalofríos por todo el cuerpo.
[Uh oh... ¡Se siente taaan bien!]
—Aaahhh... ahhh... —Emmelyn seguía gimiendo mientras los insolentes labios de Marte se desplazaban hacia su clavícula. Su aliento se sentía cálido en su piel mientras besaba su clavícula y luego trazaba su piel hasta su seno derecho.
El príncipe devoró el hermoso orbe con avidez. Succionó y lamió el pezón rosa que lo estaba volviendo loco, mientras su mano derecha amasaba apasionadamente el seno izquierdo de Emmelyn.
Ahh... la sensación era tan celestial que simplemente no podía describirse con palabras.
Marte nunca había sentido una sensación como esta antes. Su miembro viril latía y enviaba señales de placer a su cabeza.
Entonces usó su codo izquierdo para apoyarse, mientras movía su cuerpo naturalmente hacia arriba y hacia abajo. Sus labios y lengua reclamaban el seno derecho de Emmelyn mientras su mano derecha amasaba el seno izquierdo de la chica, y luego alternaba entre ambos.
—Marte... ahhh... ahh... ¿qué me has hecho...? Ahhh... —Emmelyn apenas recordó llamar el nombre del príncipe si le gustaba lo que él le hacía, así que subconscientemente llamó su nombre.
Quería que él continuara haciendo lo que estaba haciendo porque se sentía muy bien. Su voz tímida, entre sus gemidos, lo excitaba tanto que su deseo se disparó por las nubes.
—Ahh, Príncipe Marte... —Marte sonrió con satisfacción al escuchar a Emmelyn comenzar a llamar su nombre una y otra vez. Significaba... que a esa chica le gustaba su actuación. Mientras seguía moviendo su cuerpo hacia arriba y hacia abajo, su pene se frotaba contra la húmeda entrada secreta de ella y les daba a ambos una corriente de placer extraña y muy agradable.
Así que, esto es lo que se siente... pensó Marte. Estaba de muy buen humor.
Sus labios se movieron al seno izquierdo de Emmelyn y su mano izquierda amasaba el derecho. Ahh... estas cumbres gemelas eran definitivamente la parte más sexy del cuerpo de una mujer, pensó Marte mientras succionaba su pezón y dejaba escapar un suave gemido él mismo.
Le encantaba. ¡Le encantaba tanto!
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Mientras tanto, Emmelyn se mordía el labio y agarraba el cabello del príncipe. Todo se sentía bien, desde sus picos gemelos siendo mimados alternativamente por los labios y manos de Marte, y su núcleo sintiendo las fricciones sexy de su miembro viril latente mientras su cuerpo se movía hacia arriba y hacia abajo.
Después de tratar tan duro de contener su grito, finalmente, Emmelyn no pudo más. Dejó escapar un largo gemido mientras arqueaba su espalda y tiraba del cabello del hombre.
Por un momento, Marte se sorprendió cuando de repente sintió su núcleo volverse tan cálido y mojado.
Cuando levantó la vista para verla, Marte se sorprendió al encontrar a la chica con esta sonrisa tonta pegada en su rostro. Tenía los ojos cerrados y se mordía el labio inferior. ¡Se veía muy sexy e invitante!
Marte gruñó suavemente y besó a Emmelyn de nuevo. Ya no podía contenerse. El rostro de la chica se veía muy hermoso y feliz después de tener su primer orgasmo.
El hombre le propinó un apasionado beso en los labios mientras sus manos apretaban su trasero.
Luego, posicionó su miembro viril endurecido frente a la entrada secreta de Emmelyn. Con un potente empujón, la penetró.
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Desde la autora:
¡Síiii! ¡Por fin algo de acción! Tendremos más en el próximo capítulo. XD
¿Estás contento con esta escena?
Por cierto, acabo de darme cuenta, realmente no puedo crear un protagonista masculino dominante. Pensé que este libro finalmente tendría uno de esos MLs dominantes que dominarían sexualmente a la FL, algo que nunca he escrito antes (todos mis MLs son maridos/novios cariñosos que miman a sus esposas hasta el exceso).
Pero al parecer, me equivoqué. Parece que Marte va a ser otro novio mimador de esposas (o, en su caso, toro reproductor XD).
Para decir la verdad, siempre que escribo algo, no sé cómo resultará. Estoy descubriendo la historia junto con ustedes, a medida que voy escribiendo capítulo por capítulo. ¡Es divertido!