Uno de los pueblos exclusivos más caros, más buscados y más fortificados del país era Dragon Palace Homes. Había solo diez propiedades en el pueblo, pero cada una de ellas ocupaba grandes extensiones de tierra.
La seguridad en el pueblo era incluso más estrecha que la de los principales bancos e incluso comparable al equipo de seguridad de los altos funcionarios gubernamentales del país. De hecho, algunos de los dueños de las propiedades tenían servicios de seguridad privados aún superiores.
Dragon Palace Home #10 ocupaba la mayor extensión de tierra y la mansión más impresionante del pueblo exclusivo. El dueño de esta propiedad era Jin Liwei, Presidente y CEO de la compañía número uno del país.
Se necesitaba conducir alrededor de veinte minutos en coche desde las gigantescas puertas de la propiedad antes de llegar a la mansión palaciega.
La mansión era impresionante, no solo por su tamaño sino también por su aura glacial, al igual que su amo. Jin Liwei vivía solo en esta enorme casa con sus sirvientes.
Era tan silencioso y frío que los visitantes se sentirían inquietos, como caminando en un laberinto de tumbas interminable.
Cuando Jin Liwei regresó a casa del trabajo, ya era de noche. Comió una cena de alta clase solo en la larga mesa de comedor; su mayordomo se mantenía de pie en silencio detrás de él, listo para servirle en cualquier momento.
Después de la cena, se tomó una rápida ducha caliente y se cambió a pijamas. Luego se dirigió directamente a su oficina en casa para continuar con su trabajo sin terminar.
¡Ding!
Sus ojos se iluminaron. Finalmente, un correo electrónico de la maldita chica.
Long Xiulan: "Ver archivos adjuntos. Enviar 590,025.73 RMB a mi cuenta por los gastos generados al recopilar información. Ver factura adjunta. El pago original de 5 millones era solo por los informes finales".
Abrió de inmediato los archivos adjuntos. Después de algún tiempo leyendo los cinco informes que la maldita chica le envió, inhaló bruscamente. Cuanto más leía, más conmocionado se quedaba. Sus pupilas se contraían.
Hace unos días, finalmente recibió los resultados de la segunda investigación que ordenó sobre Galaktika. Cuando los resultados coincidieron con lo que la maldita chica dijo de ellos cuando se encontraron por primera vez en el vestíbulo del hotel, su interés por ella aumentó. Estaba ardiendo de curiosidad por saber cómo obtuvo tanta información secreta.
Después de solo un par de días, cinco compañías rusas enviaron inmediatamente sus propias propuestas de negocios, mostrando interés en asociarse con su compañía después de escuchar que rechazó la oferta de Galaktika.
Las nuevas propuestas presentadas tanto en ruso como en chino e incluso en traducciones al inglés le recordaban a la maldita chica.
No sabía qué lo llevó a enviarle un correo electrónico. Quizás quería una confirmación de que fue solo una coincidencia que la chica acertara en la primera vez. Sorprendentemente, la chica tuvo la audacia de pedirle un pago total de 5 millones. Divertido, le envió inmediatamente el dinero.
Cuando ella le dijo que esperara tres días, no pudo evitar reírse. Sonrió con suficiencia.
¿Para qué necesitaba tres días? Bien. Solo para humorizar a la chica y ver qué se le ocurriría.
Realmente no esperaba nada. Solo trataba este trato como una broma para divertirse. Sin embargo, todavía había una esperanza persistente dentro de él de que la maldita chica repitiera su evaluación precisa. No quería reconocer esta pequeña esperanza, pero todavía estaba allí.
Pero ahora, ni siquiera tres días después de que se enviaron correos electrónicos, ya no le divertía el trato. En absoluto. Leyendo los informes detallados y completos que ella le envió, se sintió absolutamente conmocionado.
Cada uno de los informes valía muchas veces más de lo que pagó. Envió de inmediato la factura adicional de poco más de medio millón que ella solicitó. Incluso estuvo tentado de enviarle un millón adicional como propina, pero logró contenerse.
Si ella hiciera un informe similar sobre su Corporación Jin y lo entregara a sus enemigos... ni siquiera quería pensarlo.
Se levantó y caminó hacia la ventana, mirando el cielo nocturno afuera. Las nubes negras cubrían la luna y las estrellas.
Una cosa quedó clara después de esta experiencia. Si en verdad fue ella quien creó estos informes, entonces la maldita chica no era alguien a quien ofender. Podía destruir a cualquiera cuando quisiera.
Incluso a alguien como él.
Sus labios se curvaron en una sonrisa, sus ojos brillaban peligrosamente como los de un depredador que finalmente había fijado su mirada en la presa tan esperada.
—Long Xiulan, ¿quién eres realmente? ¿Qué otros misterios me vas a mostrar?