Los otros cuatro niños se quedaron congelados en el lugar, especialmente los chicos.
Los tres chicos casi tuvieron un hipo mientras remaban con sus flotadores para alejarse de la orilla, temiendo encontrarse con el pequeño diablo.
—¡El pequeño diablo debe haber venido por las chicas! No arrastren a los inocentes chicos a sus asuntos, ¡ah!
Ainsley evidentemente vio las expresiones de miedo de los chicos y sus pequeñas travesuras al remar con sus flotadores alejándose de la orilla.
Sin embargo, solo les dirigió una sonrisa antes de enfocarse en Caca y Arlin, que estaba tumbada en la silla reclinable.
—Perdón por molestar... —Ainsley se mordió ligeramente el labio mientras sus pestañas aleteaban como alas de mariposa.
En ese momento, parecía una niña pequeña indefensa que quería hacer amigos pero no sabía qué hacer.
Cuando las chicas la vieron así, sus corazones instantáneamente se ablandaron.
