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Ainsley se tomó su tiempo para explorar la mansión y visitó a muchos miembros de la Familia Dober. Consiguió encontrar algunas personas para añadir al equipo contable, pero…
—No encuentro a alguien digno para reemplazar el puesto de contable principal.
Ainsley suspiró después de recorrer la mansión durante una hora. Las personas allí actuaban de manera educada y tal, pero todavía podía sentir la tensión emanando de sus cuerpos.
¿Quizás porque eran de la mafia, despedían olor a sangre y humo?
Ainsley tuvo que dejar la finca de la Familia Dober tras no encontrar a alguien para reemplazar al contable principal. Aún así, tuvo suerte de que el Tío Dober no estuviera allí.
Si no, podría darse cuenta de que algo andaba mal en la mansión principal e intentaría husmear.
—Hummm... —murmuró Ainsley mientras entraba por la puerta de la Familia Ale. Si la puerta de la Familia Dober estaba pintada de negro, la puerta de la Familia Ale era marrón oscuro.
