Ainsley se dio palmaditas en su plano pecho, intentando parecer arrogante pero en su lugar se veía descarada.
—Emmm, pero este joven... —Abuelo Yofan acarició su barba blanca mientras entrecerraba los ojos, escaneando a Kyuseli de pies a cabeza. Su rostro se distorsionó de asombro.
¿Cómo es que mi genio Ain elige a alguien tan sospechoso como este tipo?
—Watsh wlong? Selh ish gwood. (¿Qué hay de malo? Sel es bueno) —Ainsley ladeó su cabeza, sin entender por qué el Abuelo Yofan parecía como si acabara de tragar una mosca.
¿La gente del mundo no acepta seres únicos como Kyuseli?
Abuelo Yofan vio los ojos expectantes de Ainsley, queriendo obtener su aprobación y el abuelo no pudo endurecer su corazón. Echó un vistazo al tímido Kyuseli detrás de Ainsley antes de suspirar.
—Está bien, le daré una insignia como el nuevo jefe contable. Los miembros tendrán que seguir sus órdenes. Si no, los castigaré directamente —Abuelo Yofan decidió creer en Ainsley.