Dejando la carta de Damien a un lado, tomó la carta de Alejandro. Rasgando el sobre para sacar el pequeño pergamino que estaba allí.
—Al Consejo Rueben, espero que estés bien desde la última carta que te envié. Estoy consciente de que Damien Quinn te ha dejado una nota sobre su estadía extendida y espero que puedas concederla ya que hay algunas cosas que están revisando —Rueben se detuvo, mirando fijamente la frase para preguntarse a quién se refería con 'ellos' aquí. Conociendo al joven vampiro de sangre pura, Damien no tenía paciencia cuando se trataba de trabajar con otros. O la persona era llamada por suficientes nombres para irritar a los otros consejeros o volvían a esta habitación con los dedos rotos, que a Damien le gustaba romper.
Había habido tantos incidentes en el pasado que Rueben finalmente había desplazado a Damien a donde tenía las habilidades de nicho para embaucar y extraer información, a diferencia de otros.
Rueben continuó leyendo la carta de Alejandro,