—Por supuesto que lo sé. ¿Realmente planeas ocultarme la verdad, Feifei? —El leve temblor en su voz casi rompe a Su Xiaofei. La presa que retenía amenazaba con estallar de nuevo. Por la expresión en su rostro, Su Xiaofei lo sabía. ¿Por qué más encontraría a su esposo así si Lu Qingfeng no lo supiera?
La culpa se dibujaba en su rostro. No era así como quería darle la noticia a su esposo.
Ella sollozaba, ahora las lágrimas corrían por su rostro. Podía sentir su corazón destrozándose al ver el aspecto de Lu Qingfeng. Este era el mismo hombre roto que había visto cuando era un fantasma errante. No cabía duda de que Lu Qingfeng tenía un miedo terrible a la posibilidad temida.
—Querido, tienes que calmarte. Aún no es el fin del mundo, cariño. —Su Xiaofei lo llamó para que se acercara a ella, pero él no se movió del lugar donde estaba sentado.
Lu Qingfeng la miraba con una expresión dolorida en su rostro.
—Estás embarazada. —Su tono era más un reproche en sus oídos.