—Si había algo de lo que Su Xiaofei nunca dudaría, sería del amor de Lu Qingfeng por ella. No importa los problemas que tuvieran, estaba segura de que él nunca la abandonaría como lo hizo Mo Yuchen. Lu Qingfeng estaba evidentemente tan comprometido en este matrimonio como ella.
—Sumado al hecho de que Lu Qingfeng había logrado hacerle descubrir el lado apasionado que no sabía que tenía hasta que él apareció. Su toque tenía el poder de convencerla de que ella era la única mujer que él adoraba y veneraba en el mundo, de la manera en que la trataba en este mismo momento.
—Ella rodeó sus brazos alrededor de su hombro y lo besó profundamente, con gratitud, amor y afecto. Él le correspondió, su lengua entrelazándose con la de ella en un deseo abrasador. Su Xiaofei sabía que una de las razones por las que la había llevado a este complejo turístico en la isla era para una luna de miel, no importaba cuán corta fuera y quién los acompañara en este viaje.