```
Ella podría desearlo ahora, pero para Lu Qingfeng, él siempre la desearía y siempre la elegiría por encima de cualquier otra cosa. Una vez más, se lo admitió a sí mismo. Su poder e influencia sobre él eran absolutos.
Lu Qingfeng estaría mintiendo si dijera que no la desea. Sin embargo, su propia inexperiencia en cuanto a la intimidad le hacía preguntarse si sería capaz de complacerla y darle la satisfacción sexual que necesitaba.
Brevemente se planteó si había tomado la decisión equivocada al abstenerse de hacerlo en el pasado con otra mujer, pero su mente rechazó inmediatamente la idea. No podía hacer lo que otros hombres hacían con otras mujeres. Lu Qingfeng se negaba a sucumbir a su instinto primario, a menos que pudiera hacerlo con Su Xiaofei.