—Mientras tanto, Ye Mingyu intentaba mezclarse con la multitud, evitando las miradas de los demás invitados en la reunión de la clase. No podía irse temprano del evento después de su encuentro con Su Xiaofei ya que eso solo probaría que estaba por debajo de esa mujer.
Ye Mingyu repetidamente maldecía a Su Xiaofei en su corazón. No podía entender por qué los demás aceptaban a una mujer tan arrogante y altiva, sin comprender que ella misma no era una buena persona en primer lugar.
En su mente, la persona que le quitó todo y causó su sufrimiento no era otra que Su Xiaofei. Si Su Xiaofei no existiese, ella no habría tenido dificultades para vivir sola con su madre en su vida anterior. Solo con ver la diferencia entre su apariencia y estatus era suficiente para que la sangre de Ye Mingyu hirviera de ira.