Una semana después, la noticia de que el coche de Lu Qingfeng había estado implicado en un grave accidente de tráfico llegó a Su Xiaofei. Su Xiaofei acababa de terminar su reunión dentro de su oficina con Zhao Yi, a quien había reclutado como agente de talentos años atrás.
Fue Zhang Ling quien le informó de la noticia, dejando a Su Xiaofei arraigada en su lugar. Su Xiaofei sintió como si cien —no, miles de agujas afiladas atravesaran su corazón. Su mente corría, pensando que Lu Qingfeng podría haber resultado herido, mientras que el miedo apretaba su corazón con fuerza, dificultándole la respiración.
—¿Cómo... Cómo era esto posible? ¿Acaso Lu Qingfeng no le había prometido que le avisaría del día de su regreso?
—¡No... No... No! ¡Esto no puede ser! —Su Xiaofei se habría caído de rodillas si Zhang Lan no hubiera avanzado y la hubiera sujetado.