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Dado que Lu Qingfeng no tenía planes de pasar la noche en la villa de la familia Qiao, se marchó con su guardaespaldas después de cenar con la familia Qiao, dejando a Qiao Yuhan en su habitación. Quería que Su Xiaofei pasara más tiempo con su padre biológico y su hermano y quería darles algo de privacidad.
—Señorita Su, lamento si Xiao Han le causa problemas. Sé que ha estado intentando llamar su atención estas últimas semanas —dijo Qiao Fengying a Su Xiaofei después de despedir a Lu Qingfeng. Caminaban de vuelta al interior de la villa mientras Liu Shulan revisaba a su hijo y a Xi Qian, a quienes no habían visto desde que los dos se habían marchado de la mesa del comedor.
—No es nada, Presidente Qiao —dijo Su Xiaofei educadamente—. Xiao Han es como un hermano para mí. Es adorable.
—Probablemente la Señorita Su no sepa que nos ha hecho un gran favor —dijo Qiao Fengying. Cuando Su Xiaofei no dijo nada y solo le dio una mirada confusa, él rió divertidamente.
