Xi Yang, el padre de Xi Qian, tenía una mirada sombría al escuchar las palabras de su hija. Nunca había pensado que un día, esta pequeña niña tomaría valor y le desafiaría delante de otras personas. Quería un hijo, pero su exesposa le dio a luz a una hija inútil, por eso nunca le importó esta hija distanciada suya.
Estaba furiosamente regañando a esta inútil hija suya interiormente mientras se contenía de abofetearla por su impertinencia. Sin embargo, con la directora presente, no podía permitirse actuar imprudentemente.
Además de eso, parecía que el plan de su esposa había sido descubierto. ¿Qué pensarían en su trabajo si este problema salía a la luz? Tenía una reputación perfecta que había estado intentando preservar en la empresa, esperando que eso le ayudaría a recibir un ascenso pronto. Sin embargo, si Xi Qian y su amiga decidían denunciarlo a él y a su esposa, todos sus esfuerzos habrían sido en vano y si se hiciera público, estaría completamente avergonzado.