Xi Qian no pudo refutar, pero odiaba cuando la gente pensaba que podían aprovecharse de ella porque siempre estaba sonriendo, sin saber que su sonrisa escondía los desagradables pensamientos que guardaba por dentro.
Cuando eran más jóvenes, inicialmente no le gustaba Su Xiaofei como al resto de sus compañeros. Era una persona arrogante incluso siendo niña. Solía decir y hacer cosas que a muchas personas no les gustaban. Su personalidad directa y fuerte naturalmente hizo que otros niños aislasen a Su Xiaofei del resto de su grupo.
Fue solo cuando Xi Qian vio a Su Xiaofei llorando sola detrás del patio de juegos de su escuela cuando se dio cuenta de que mientras ella ocultaba sus preocupaciones y problemas bajo una sonrisa, Su Xiaofei construía muros a su alrededor para mantener a todos a distancia.
—Feifei, puedes contarme todo, ¿vale? No te forzaré a decirme lo que te preocupa, pero si sientes que necesitas a alguien en quien apoyarte, estoy aquí —dijo Xi Qian.