Parecía que había pasado mucho tiempo desde que Su Xiaofei tuvo un descanso del trabajo. No estaba dispuesta a tomar tres días libres, pero Lu Qingfeng tampoco solía tener tiempo libre así. Con la ayuda de Zhang Ling, Su Xiaofei logró posponer algunos de sus compromisos y adelantar algunas reuniones para reducir la carga de trabajo que la esperaría a su regreso.
Su Xiaofei estaba viendo la televisión mientras sus gemelos gateaban en su tapete de juego en el suelo y Lu Qingfeng tomaba una llamada de emergencia del trabajo afuera. Era su primer día libre, pero no podía dejar de pensar en el trabajo.
Xiao Yue se arrastró hasta su regazo y tiró de su largo cabello, tratando de llamar su atención.
—¿Qué quieres, mi dulce lunita? —Su Xiaofei levantó a su hija mayor y le dio a Xiao Yue un beso en ambas mejillas, ganándose una risa fuerte de la niña.