Han Yize miró a Huo Yuxin con incredulidad. Su agarre sobre su muñeca se aflojó, lo cual ella aprovechó de inmediato para liberarse.
—No me busques más y concéntrate en Ye Mingyu. Realmente no quiero tener nada que ver contigo ahora, así que terminemos todo aquí —continuó ella.
—No —Han Yize sacudió la cabeza—. ¿Regresaste solo para arruinar mi vida y dejarme de nuevo?
—Estás equivocado —Huo Yuxin lo fulminó con la mirada—. Regresé porque ya tuve suficiente de huir. Estoy harta de pretender que estoy bien cuando no lo estoy. Mi vida no gira en torno a ti y quiero comenzar una nueva sin ti. Así que por favor, detén ya estas tonterías y no me involucres en los asuntos de tu familia —dijo antes de girarse, dejando a Han Yize solo.