—Clara no pudo evitar negar con la cabeza mientras se encontraba sudorosa y desnuda en la cama que compartían. Tal y como esperaba, Gilas tenía algo más en mente más allá de descansar en el momento en que entraron al dormitorio. Claro, realizaron sus rituales habituales para limpiarse y estar listos para un poco de sueño, pero en el momento en que él la sujetó contra la cama con las muñecas inmóviles en su agarre, ella supo que no iba a conseguir el descanso temprano que sinceramente esperaba.
—[Como si no estuvieras ansiosa por lo que está a punto de suceder,] —se burló Sheba.
—[No lo estoy,] —Clara se burló rápidamente—. [Pero tampoco me quejaré.]