En la Manada de Medianoche
Calipso despertó como en cualquier otro día. Se estiró un poco, preparándose para lo que le deparaba el día. Después de todo, hoy era el día en que iba a luchar con los mejores de la Manada de Medianoche para ganarse el derecho a llamarse su nuevo Alfa.
—Como si alguien pudiera siquiera enfrentarse a mí —pensó con burla interiormente.
Estaba más que preparado para el evento. No creía que ninguno de los oficiales que iban a desafiarlo pudiera plantar cara, pero eso no significaba que se lo fuera a tomar con calma. No... En su lugar, iba a asegurarse de ganar de una manera que demostraría cuán merecedor era de ser el nuevo Alfa de la Manada de Medianoche.
Bueno, eso, y que era otra oportunidad para impresionar a Aurelia.
—¿Realmente crees que ella apreciaría un espectáculo como este? —preguntó Axel genuinamente.