Otro día llegaba y Xenia comenzaba su día como la nueva Reina de Cordon de la misma manera en que pasaba sus mañanas en su nuevo reino. Primero tenía su rutina habitual de desayuno con sus suegros, luego Darío la hacía participar en las reuniones de la corte a su lado. A través de todo, Xenia estaba más que agradecida de cumplir, y estaba sinceramente emocionada por su eventual influencia en el mantenimiento diario de su Reino.