Dentro de la Gran Sala del Castillo de Cordon
—¡Bienvenido de nuevo, Su Majestad!
Todos los presentes saludaron y rindieron sus respetos a Darío cuando él tomó asiento en su trono. Observando a sus súbditos, disfrutaba de cómo Nasser mantenía su porte estoico. Apostaba a que el hombre mayor estaba muy decepcionado al verlo regresar tan pronto.
—Señor, ¿cómo está la Princesa? —preguntó el Anciano Handi—. Desde su regreso, no nos ha llegado ninguna visión de la Princesa dentro del bosque. ¿Está ella bien?
Al escuchar la pregunta, Darío sonrió al Anciano mientras decía:
—Xen ha pasado la prueba, así que estoy seguro de que ella volverá a tiempo… —Luego gesticuló hacia sí mismo para enfatizar—. Mi presencia aquí debería ser más que suficiente prueba de eso.
El Anciano solo pudo asentir de acuerdo junto con el resto de los presentes. Todos excepto una persona, por supuesto, de quien Darío predijo que pronto haría un comentario acerca de este desarrollo.