Xenia sentía que nadaba en un mar de placer y calor. No sabía exactamente dónde estaba, pero su cuerpo ardía como si estuviera en llamas mientras flotaba a través de la bruma turbia del amor y la emoción. Estos sentimientos extranjeros... de amor y devoción... Le resultaban tan ajenos y, sin embargo, tan familiares mientras sentía que era alzada por los brazos de su amado.
—Mi amor…
De alguna manera, sus palabras sonaban más completas, como si sus propios pensamientos resonaran con los de ella al sentir todo su cuerpo vibrar con un eco resonante de excitación y amor. No sabía qué había pasado. Incluso sus recuerdos parecían confundidos a través de todo esto… sentir…
—Xen...
Despacio, abrió los ojos, sus pensamientos aún luchando por organizarse después de lo que había sucedido. —¿Darío?
—Finalmente despertaste —él sonrió aliviado, apartando su velo de novia—. Te desmayaste durante el Ritual. ¿Estás bien?