—Los ya de por sí grandes ojos de Madeline devolvieron la mirada a Calhoun —y ella empujó su pecho con las manos para alejarse, cosa que él no hizo. La observó intentando alejarse de él, pero se estaba divirtiendo demasiado viéndola luchar. Después de un minuto, parecía que finalmente entendió que su lucha era inútil contra su agarre.
—Tiraste el lienzo, las pinturas y el aceite. ¿Sabes cuánto cuestan? —preguntó antes de dejarla ir.
—Lo siento por las pinturas —se disculpó, inclinando la cabeza ya que no tenía la intención de crear un desastre aquí.