—¡Esto es ridículo! —exclamó la señora Rosamund—. No hice nada más que sentarme aquí y escuchar. ¡No pueden ponerme en la mazmorra!
—Esto es solo por precaución —prometió Calhoun—. No es como si nadie de la familia hubiera estado en la mazmorra. Considérelo como el cumplimiento de la tradición de los Hawthrone.
Rosamunda Wilmot, quien había sido la ex-princesa de los Hawthrone, no discutió, sino que solo continuó mirando con desafío a su sobrino. Sin provocar caos, no siguió a los guardias pero salió de la habitación, caminando en dirección a la mazmorra como si no fuera prisionera.
Calhoun observó la espalda de Rosamunda y escuchó a Dimitri, que estaba de pie junto a él, decir:
—A pesar de que mantendremos a la familia detenida por posible traición, aun así serán sometidos a juicio, ya que pertenecen a la familia real.