Cuando Rosalind bajó del carruaje, lo primero que vio fue a un sirviente que había servido a su padre durante años.
Mayordomo Jurisan.
Jurisan Arman provenía de la larga línea de hombres Arman que habían servido a la Familia Lux durante siglos. Era un hombre que creció con Martín Lux y había sido entrenado para servir a su padre. También era el mismo hombre que traicionaría a la Familia Lux unos años más adelante. Al verlo, Rosalind le ofreció una sonrisa amable.
Lo menos que podía hacer por aquel que ayudaría a destruir esta familia era tratarlo con respeto.
—Tu padre te espera en su estudio —dijo él.
—Gracias —respondió ella.