—Recomendación Musical: Danzas para Arpa y Orquesta- Lavinia Meijer.
Mientras continuaba la cena, transcurría pacíficamente, con cada persona ocupada con otra. Vincent y Eva intercambiaban miradas. Los ojos de Rosetta seguían a Eugenio como si fuera el único que existiera en la sala, dejando al gato negro concentrado en la comida que le servían.
Eugenio sentía los ojos de la vampira sobre él y se preguntaba si terminaría exigiendo su sangre si no fuera por la presencia de Eva en la habitación.
Por otro lado, los ojos de Vincent la miraban calmados, pero con un atisbo de travesura, como si no le importara que alguien se diera cuenta de que la observaba. Fue solo una noche donde había podido pasar tiempo con ella de la manera que quería, ambos rodeados de ella, y en este momento, lo echaba de menos.