Un incómodo silencio se instaló en el aire después de que Mira hiciera aquella pregunta. No era que Elenei no quisiera responder, es que estaba demasiado avergonzada. Ella, un Fénix, una criatura que básicamente podría correr amok en este mundo mortal sin igual, no pudo siquiera llegar al otro lado de este continente.
Después de unos segundos, Elenei finalmente abrió la boca y dijo algo que no solo sorprendió a Mira, sino que El Guardián que la estaba vigilando también se mostró ligeramente divertido.
—Yo... yo estoy... perdida...
...
Mira simplemente miró al Fénix en silencio ya que realmente no esperaba tal respuesta. Sentía que había escuchado mal, sentía que acababa de escuchar a un Fénix, una reina de los cielos, decir que estaba perdida.
—¿Qué? Lo siento, no capté bien eso. Por alguna razón, sonó como si acabaras de decir que estabas perdida —dijo Mira confundida.
Elenei bajó la cabeza avergonzada ya que ella tampoco esperaba esta situación.
