—¿Ella no quiere nada? —repitió Destripador, la incredulidad en su voz era algo tangible.
—Ni una sola cosa —le aseguré—. Pero yo sí.
—¿Quieres algo por lo que ella hace? —preguntó, sin entender cómo eso tenía sentido alguno.
—Sí —dije simplemente—. Quiero que la protejas.
—¿Protegerla de qué? —preguntó Rip mientras apartaba a Destripador—. ¿La gente también quiere hacerle daño?
Asentí tristemente. —Quiero que la protejas de todos los que quieran hacerle daño. A ti no te gusta que te hagan daño, ¿verdad? Entonces no deberías dejar que nadie la lastime.
Destripador me miró fijamente. —¿Quieres que la proteja de aquellos que la lastiman? ¿Qué nos darás a cambio?
—¿Qué quieres? —Estaba dispuesto a negociar para que esto ocurriera. Destripador sería la mejor protección que ella tendría hasta que Bai Long Qiang tuviera una oportunidad de llegar a ella.