—Y lo más importante es que no te recuerda. ¿Cómo iba a saber que esas palabras te harían daño?
—Lea, entender a tu pareja no significa que tengas que soportarlo todo y actuar como si todo estuviera bien cuando estás herida.
—Un verdadero compañero comprensivo sabe cuándo comunicarse y cuándo expresar también sus propios sentimientos —continuó Sheng Yin, su voz suave pero firme.
—No siempre tienes que fingir que estás bien, Lea.
—Si algo te molesta, háblalo con él. Guardártelo solo creará una distancia entre ustedes dos, y mereces algo mejor que eso. Ambos lo merecen.
—Sé que tienes razón —susurró Yu Holea, sintiendo un nudo en la garganta—. Pensé que podría manejarlo... Creí que si me quedaba en silencio, lo libraría de la presión. Pero está empezando a sentirse como... como si lo estuviera perdiendo.