Yu Holea observó la expresión del director Ou.
—Extrañamente, el librero no me cobró nada y hasta me miraba con una mirada rara. Durante el siguiente mes, estuve ocupada leyendo el libro y me atrajo tanto que decidí filmarlo —dijo Yu Holea.
Al día siguiente, fui al lugar donde estaba la librería, pero para entonces ya había cerrado.
Fui al centro de derechos de autor para encontrar al autor original, pero sorprendentemente el libro no tenía autor, aparte del que tenía no había ninguna otra copia del libro en ningún otro lugar.
—El director Ou miró a Yu Holea y continuó:
—Decidí hacer una película pensando que una vez la película se lanzara, quien sea que fuera el autor original, se presentaría a reclamar los derechos.
A medida que comencé a hacer los preparativos, fue entonces cuando las cosas comenzaron a volverse extrañas —expresó.
—Yu Holea escuchó atentamente mientras el director Ou relataba el giro espeluznante de los sucesos alrededor del libro misterioso.