Adrienne despertó con una sonrisa en su rostro. La notificación en su teléfono indicando que había recibido la cantidad exacta de un millón de dólares en su cuenta alegró su ánimo. Habían pasado tres días desde que ella y Gavin recogieron a Samantha en la comisaría, y la chica ahora residía en el Jardín Jinxiu.
La chica la miró impotente mientras estaba a punto de dejar el Jardín Jinxiu con Gavin. Adrienne esperaba que Samantha pudiera adaptarse a su nueva vida y que aprovechara la oportunidad de un nuevo comienzo que Lennox le estaba ofreciendo.
—Qué gran comienzo de día —se rió entre dientes y luego tarareó una melodía mientras se dirigía al baño, ansiosa por comenzar su carrera matutina. Adrienne se preguntaba si podría encontrarse con esa persona en el gimnasio. Si su ausencia persiste, quizás debería renunciar a él y concentrarse en atraer a Hunter Nian hacia su lado. Sin embargo, perder un peón valioso sería una lástima, y Adrienne no estaba dispuesta a rendirse todavía.