—Por cierto, ¿realmente crees que el príncipe lo haría? —preguntó Melony mientras miraba a Elliana, quien quería usar el baño antes de que se fueran para poder ayudarla.
—Tengo sentimientos encontrados al respecto. En estos últimos días, ha estado obsesionado con irritar a Elliana por alguna razón, y la ha estado acosando por Dios sabe qué. ¿Acaso no sabemos qué tipo de naturaleza manipuladora y controladora tiene él? Así que no debería sorprendernos que lo haya hecho porque no quería que ningún otro chico estuviera cerca de ella. Las personas sádicas como él suelen ser psicópatas que no soportan el hecho de que su juguete esté con alguien más —respondió Samantha mientras se paraba frente a la puerta del baño.
Elliana, que se lavaba las manos, miró su reflejo y su pálida imagen antes de suspirar.
—Ya estoy bien. Gracias —dijo Elliana, y sus amigas la miraron una última vez antes de preguntar si necesitaba algo, y cuando ella lo negó, se fueron.