—¿Quién me llamó? —apareció Elliana en el reino de la bruja blanca.
Su presencia llena de nueva magna era tan fuerte que todo el fuego que había iniciado Azrael se calmó de inmediato, haciendo que las cinco brujas elementales miraran a la chica.
Azrael miró a Elliana, sus ojos se abrieron de par en par al ver el flujo de energía en sus venas, lo que la hacía parecer casi como una bola de energía de color azul.
—¿Cuál es tu problema? Dímelo —sonrió Elliana antes de mirar los dos cuerpos muertos a los pies de Azrael.
—Destrucción de propiedad, asesinatos de varias brujas, infracción de leyes e intentar dañar al reino en ausencia de la reina. Si realmente hubiera una policía de brujas, ¿te das cuenta de que te mereces la pena de muerte, Azrael? —preguntó Elliana, y la bruja apretó los dientes.
¿Qué era esto? Le era difícil de entender. ¿Cómo había podido Elliana acumular tal cantidad de Magna en tan poco tiempo? ¿Por qué parecía intocable?