Sebastián abrió la puerta de la habitación del hospital con prisa, su mirada se posó de inmediato en la chica que dormía plácidamente.
Miró el enyesado vendaje en su pie y las almohadas que estaban a cada lado de ella, probablemente para restringir su movimiento. Suspiró aliviado al notar que no era nada demasiado grave.
—Espera fuera —dijo Sebastián a Lucas, quien asintió a su señor y se quedó fuera de la habitación, guardando la puerta.
Mientras lo hacía, su mirada se posó en la habitación que estaba a dos puertas de la habitación de la Princesa. Notó a la chica que en realidad estaba destinada a ser la verdadera novia del Príncipe, salir de la habitación con el hijo del jefe del consejo.