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Incluso a lo lejos, Nan Hua podía escuchar a su abuelo azotando a su hermano gemelo. Se preguntaba si la casa siempre era tan animada aquí.
Bai Yin notó que Nan Hua disminuía el paso y rápidamente habló:
—Señorita, el Joven Maestro solo está teniendo su lección. Es normal que esto suceda.
—No hay necesidad de preocuparse por el Joven Maestro, Señorita —Xiao Yun también añadió con impotencia.
Nan Hua asintió y continuó caminando. Llegó frente a un cuarto exquisito. Estaba pintado en color crema claro por fuera y transmitía una sensación cálida. Había varios sirvientes ocupados limpiando el patio. Cuando vieron a Nan Hua, rápidamente se retiraron a un lado y bajaron la cabeza.
Un sirviente estaba parado en la puerta principal y rápidamente corrió al lado de Nan Hua.
Mientras caminaba, Nan Hua estaba recolectando la poca información lamentable sobre Nan Hua dentro de la novela. Como la prometida original del personaje principal y también alguien que se había enamorado profundamente del personaje principal, Nan Hua tenía muy poco tiempo en pantalla dentro de la novela.
Una de las razones era por la costumbre de los tiempos antiguos. La otra razón era porque el personaje principal también estaba ocupado entrenando.
Realmente no tenía mucho tiempo para interactuar con su prometida original.
—Fría, despiadada, egoísta y molesta —así era como la novela describía que debía ser Nan Hua.
La Nan Hua de ahora no tenía ningún reparo en actuar con frialdad porque ella misma no era alguien acostumbrada a interactuar con la gente. Podía actuar, por supuesto, pero su personalidad original siempre había sido un poco fría.
Sus ojos bajaron para mirar al sirviente. Nan Hua tenía varias sirvientas y al principio de la historia, tenía tres, que eran Xiao Yun, Bai Yin y Mu Yan. Mu Yan a menudo se quedaba a cuidar la residencia, razón por la cual este personaje aparecía aún menos.
—Señorita —dijo el sirviente.
—Quiero descansar. Déjenme sola —contestó Nan Hua.
—Sí, Señorita —dijo el sirviente.
Las tres se retiraron y una de ellas se quedó para guardar la puerta. Era la costumbre habitual que los sirvientes guardaran la puerta de su amo. Esto era para asegurarse de que no hubiera visitantes no deseados.
Nan Hua entró a la habitación y miró alrededor. La habitación de ninguna manera era pequeña. Había una cama, una mesa, una silla y varios otros muebles. Era evidente que Nan Hua era muy consentida por su abuelo ya que le permitía tenerlo todo.
Moviéndose hacia la mesa, Nan Hua vio algunos rollos de bambú.
En esa época, todavía no existía el papel. La novela se realizaba en un mundo alternativo pero seguía una cultura similar a la de la era de los estados en guerra.
—Guerra… —murmuró Nan Hua.
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Nan Hua apartó esos pensamientos y observó los rollos. Para poder tener libros, estaba claro que su abuelo era rico e influyente. No muchas personas eran capaces de tener libros personales y la mayoría de ellos tenían que dirigirse a la academia.
Por supuesto, las mujeres no podían ir allí.
Leía el contenido del libro. Era filosofía y también sobre algo de historia. Parecía que la Nan Hua original también era alguien interesada en los libros.
—Señorita, es hora de comer.
—Pase —Nan Hua observó cómo los sirvientes entraban con los platos. Apartó los rollos de bambú y se dirigió a la mesa para comer. Lavándose las manos en una palangana, Nan Hua empezó a comer.
El mundo antiguo tenía una variedad de comida novedosa. El sabor también era muy diferente a lo que había tenido en el futuro.
Bueno, su ración normal era solo algo de arroz y verduras sin ningún sabor.
Bai Yin miró a Nan Hua y sintió que la Señorita estaba algo más fría que lo usual. —Señorita, el Señor Nan desea que lo visite mañana.
¿Señor Nan?
Nan Hua sabía que la única persona que podía ser llamada como Señor Nan sería el padre biológico de Nan Hua, Nan Shu Cheng. Él también vivía en la Ciudad Capital pero la madre de Nan Hua eligió quedarse con su abuelo en lugar de con él.
—¿Razón? —Nan Hua preguntó en un tono indiferente.
Bai Yin apretó los dientes pero ya que lo había mencionado, tenía que proceder hasta el final.
—El Señor Nan acaba de promover a la Concubina Qu a ser su esposa principal y desea que usted lo celebre con él —explicó Bai Yin con cierta renuencia.
Esa era la razón por la cual la madre de Nan Hua no quería volver.
Nan Shu Cheng tenía muchas concubinas y la que más amaba era la Concubina Qu. Además, la Concubina Qu tenía un hijo. ¿Cómo podría Nan Shu Cheng soportar que su hijo fuera de una concubina?
Así, ni siquiera el período de luto de 100 días había terminado y ya había elevado a sus concubinas a ser su esposa principal.
Nan Hua pudo sentir su corazón apretarse cuando se mencionaban los nombres. Debe ser la reacción instintiva del cuerpo. Sabía que no debería regresar ahora ya que sería lo mismo que entrar en la guarida de lobos.
—No voy a volver —respondió con firmeza.
—Entiendo, Señorita. Informaré de ello —añadió Bai Yin.
—Mhm —Nan Hua continuó comiendo en silencio. Sus palillos se movían con elegancia mientras continuaba metiendo más comida en su boca.