```
—General —el soldado que estaba practicando combate con Nan Luo justo ahora se quedó atónito al ver lo que estaba sucediendo. Podía ver que Nan Luo alcanzaba su velocidad máxima que el chico usó durante la pelea con él y, sin embargo, Nan Hua todavía era capaz de igualarle.
El Anciano Maestro Nan se puso el dedo en la boca. Sus ojos también observaban a sus nietos con una expresión solemne. Cuando se enteró del talento de Nan Luo, había estado sorprendido y encantado porque era raro que un niño de su edad fuera tan bueno. Era como una hoja en bruto esperando ser pulida.
Pero ahora que había visto a Nan Hua...
Había visto a su nieta observar el entrenamiento de su hermano gemelo. Sus ojos seguían sus movimientos cuidadosamente como si lo estudiara. Ahora que los dos estaban practicando combate, estaba claro que Nan Hua estaba muy familiarizada con los movimientos de Nan Luo ya que se movía fácilmente a la ubicación complicada y hacía que el ataque de Nan Luo se debilitara.
Esto...
El Anciano Maestro Nan miró a su subalterno —Ni una palabra de esto fuera, Hou Liang.
—¡Sí, General! —Hou Liang sabía que el Anciano Maestro Nan anhelaba un sucesor y encontró en Nan Luo a un muy buen sucesor. Pero ahora que habían visto el talento de Nan Hua, era una lástima que hubiera nacido niña.
Si hubiera sido niño, habría podido entrenar libremente y lograr grandes hazañas militares.
Espera, ¿hmm?
Los ojos del Anciano Maestro Nan se estrecharon. Estaban en medio de la guerra y él había conocido a una general de otro reino antes de esto. Quizás... podría producir una futura general mujer?
—Thump!
Nan Hua saltó hacia atrás, su mano temblaba ligeramente. Los ataques de Nan Luo no eran tanto pero su pequeña mano tenía fuerza limitada que no le permitía bloquear todo. Había muchos que debería haber esquivado ya que su hermano no se contuvo.
—Ah... —Nan Luo se dio cuenta de que la mano de su hermanita temblaba. Paró y bajó su espada —¡Hermana! ¿Estás bien? ¿Debo llamar a un médico? ¡Tu mano está temblando! No quise ser tan brusco, ¡AH!
—Bletak!
El Anciano Maestro Nan había golpeado la cabeza de su nieto. Lo miró fijamente —Tienes suerte de que Hua'er tenga menos fuerza que tú o terminarías en el suelo llorando.
—Pero… —Nan Luo se tocó la cabeza con una expresión de agravio. Aunque así fuera, ¿por qué su abuelo tenía que golpearlo, ah?
El Anciano Maestro Nan levantó a Nan Hua y retiró la espada. Sostuvo su brazo con ternura como si temiera que incluso un poco más de fuerza lo rompiera. Su expresión parecía la de alguien que acababa de encontrar un tesoro.
—¿Abuelo? —preguntó Nan Hua.
—Ven, ven, vamos a entrar y sumergir tu mano. No te preocupes, el dolor desaparecerá antes de que te des cuenta —dijo el anciano.
```
—Abuelo, ¡yo seré quien ponga el ungüento a Hua'er! —exclamó Nan Luo.
—¿Qué dices, tu mano es tan pequeña? ¿Cómo vas a aplicar el ungüento correctamente? —cuestionó el abuelo con escepticismo.
—Pero abuelo, ¡tu mano es demasiado grande comparada con la de Hua'er! Ah, ¡deja de golpearme o me volveré tonto! ¡Viejo Hou, ayúdame! —gritó Nan Luo en tono de broma.
Hou Liang, el soldado al que el Anciano Maestro Nan trajo para practicar combate con Nan Luo, simplemente esbozó una sonrisa amarga y negó con la cabeza. Podía ver que estos tres solo estaban bromeando y por eso una sonrisa se formó en la comisura de sus labios.
Era mucho mejor ver una familia cálida que aquellas familias cuyos miembros no dudarían en apuñalarse por la espalda.
Después de terminar, todos cenaron y Nan Hua regresó a su residencia. Por otro lado, el Anciano Maestro Nan llamó a Hou Liang, el guardia sombra, y también a Nan Luo a su estudio.
—Abuelo, ¿por qué me has llamado aquí? ¡No merezco más castigo! —Nan Luo se apresuró a hacer el payaso.
El Anciano Maestro Nan extendió su mano para golpear la cabeza de Nan Luo pero el chico corrió al otro lado de la habitación. —¡Ah, no golpes! ¡No golpes! —se quejó el muchacho, evadiendo al abuelo.
—Realmente eres un mocoso —dijo el Anciano Maestro Nan negando con la cabeza—. ¿Qué te parece la habilidad de Hua'er, Luo?
—¿Ah? —Nan Luo se rascó la parte trasera de la cabeza antes de sonreír—. Es buena y es capaz de igualar mi velocidad. ¡Está bien!
Le había resultado difícil luchar contra los soldados debido a la diferencia de altura. Pero cuando peleaba con Nan Hua, podía utilizar el movimiento que estaba dirigido a alguien de la misma altura con facilidad.
Se sentía mucho mejor que cuando luchaba contra los soldados.
El Anciano Maestro Nan asintió. Él también lo sentía de esa manera. —¿Quisieras seguir practicando combate con Hua'er?
—¡Sí! —Nan Luo asintió enérgicamente con la cabeza.
—Si quieres ser un igual a ella, tendrás que aumentar tu entrenamiento nocturno —adicionó el Anciano Maestro Nan, dando un nuevo consejo.
—¿Ah? —fue la sorprendida reacción de Nan Luo ¿Por qué el tema cambió a eso?