—La respuesta de Feng Ao Kuai fue sucinta y simple, pero le había dado a Feng Ao Si todo lo que necesitaba saber. Su hermano menor estaba hablando en serio... ¿significa eso que perdería toda esperanza de reclutar a su hermano menor en su ejército en el futuro? —Feng Ao Si había olvidado por completo que su hermano menor ni siquiera podía soportarlo mientras reflexionaba sobre el asunto. No había forma de que Feng Ao Kuai quisiera siquiera quedarse en el ejército de Feng Ao Si—. ¿Cuánto tiempo quieres quedarte aquí? —preguntó Feng Ao Kuai sin desviar la mirada de sus libros.
—¿Eh? —Esta es mi habitación.
—Feng Ao Si se quedó sin palabras. Tenía la sensación de que su hermano menor lo estaba echando de la habitación—. ¿No puedo quedarme aquí?
—Tu habitación es la otra.
…rechazo educado.