Los pasos de Lewis se detuvieron bruscamente como si estuviera hechizado. Miró con asombro a la mujer que tenía delante.
Ella se fue poco después de que él naciera.
Esta era la primera vez que madre e hijo se encontraban desde entonces...
De niño, Lewis había anhelado a su madre y una vez miró sus fotos en secreto. Aunque dejó de necesitarla al crecer, su excepcional memoria no le permitió olvidarla.
La reconoció a primera vista.
En ese momento, Lewis sintió como si el mundo girara y una melancolía y ferocidad sin nombre de repente surgieran en su corazón. Su mirada se fijó en ella, llena de resentimiento...
Pero en el siguiente instante...
La mujer que él estaba mirando simplemente desvió la vista con indiferencia y se dio la vuelta para subir las escaleras.
Su actitud hizo que Lewis sintiera una sensación opresiva en el pecho, aún más molesta que antes.
Probablemente a ella no le importaban sus persistentes recuerdos en lo más mínimo.