Mucho antes de que Alex se aventurara a través de la puerta hacia Archantia, en la tranquila ciudad de Oaksville, se encontraba una casa antigua y abandonada. Esta casa, conocida por los lugareños como la Casa de los Secretos, estaba llena de misterios y leyendas, donde se decía que había rincones sin explorar y secretos por descubrir.
Un día, un joven llamado Aldrich, que vivía en Oaksville, pasó junto a la Casa de los Secretos en su camino a casa desde la escuela. Aunque había pasado por ese camino innumerables veces, algo llamó su atención esa tarde: una puerta oculta en el costado de la casa, que parecía haber pasado desapercibida ante sus ojos durante años.
Intrigado por esta revelación inesperada, Aldrich se acercó a la puerta y la empujó con cautela. Para su sorpresa, la puerta se abrió con un chirrido, revelando un pasadizo oscuro que se extendía hacia lo desconocido. Con el corazón latiendo de emoción, Aldrich decidió adentrarse en el pasadizo, ansioso por descubrir qué secretos guardaba la Casa de los Secretos.
A medida que avanzaba por el pasadizo, Aldrich se encontró con salas llenas de polvo y desorden, con muebles cubiertos por sábanas y cortinas desgarradas ondeando en la brisa. Cada habitación parecía contener pistas sobre la historia de la casa y sus antiguos habitantes, y Aldrich se sumergió en la tarea de desentrañar los misterios que había descubierto.
Después de horas de exploración, Aldrich llegó a una habitación en lo más profundo de la casa, donde descubrió una puerta que parecía diferente a las demás. Era tallada con extraños símbolos y adornada con runas antiguas, y emanaba una sensación de poder y misterio que lo dejó sin aliento.
Con el corazón latiendo de emoción, Aldrich abrió la puerta y se encontró cara a cara con un paisaje que nunca había visto antes: un mundo de magia y maravillas que se extendía hasta donde alcanzaba la vista. Al cruzar el umbral, la puerta simplemente desapareció, dejando a Aldrich solo en un bosque hermoso que radiaba poder y misterio.
Con cada paso que daba en este nuevo mundo, Aldrich se daba cuenta de que su vida nunca volvería a ser la misma, y que la puerta olvidada había llevado a una aventura que nunca olvidaría y un mundo desconocido.