¿Dónde nos quedamos?
Ah, sí. Me citaron a la oficina. Un embole como era totalmente de esperarse. Ridículo. Una pérdida de tiempo que iba a empezar a desencadenar un serie de eventos desafortunados. Pero no nos adelantemos a los hechos, je. Olvidemos esa charla por un momento, en un rato la retomamos.
Cuestión que salí bastante ofuscado, e indignado, por supuesto. Me senté en el escritorio a mirar la pantalla intentando calmarme pero la bronca me empezaba a brotar desde adentro. Traté de respirar profundo y calmarme pero se me hacía difícil. Me temblaban las manos, me apretaba el pecho y la cabeza me daba vueltas.
"Respirá. No hagas quilombo. Calmate. Comportate. No hagas escenas. Ubicate"— las mil y un palabras que me giraban alrededor como un tornado encima de un tsunami de mierda.
"¿Y ahora que mierda hago?— pensé. Y la respuesta vino sola sin mediar pensamiento. Me levanté, me puse la campera, los auriculares y salí a caminar. Aparentemente con la excusa de ir a comprar comida. Cuando me di cuenta ya estaba a siete cuadras. Como es de costumbre, caminar logró hacerme olvidar de las cosas al menos por un instante. Caminar y escuchar música, porque volví a poner PLAY nuevamente y empezó ESE temón.
Por Dios esa percusión. La vista se me nubla y las imágenes empiezan a aparecer solas. No puedo evitar mover los pies y balancearme. ¿Viste esos temas que te fascinan? Bueno, es como uno de esos. Tengo que controlarme para no empezar a saltar. Esa intro bizarra seguida por unos tambores con ritmos espectaculares: "Sublime".
Vuelvo a aquel día soleado de 2017 en que lo escuché en vivo. No tenía pensado ir, pero la oportunidad surgió de forma totalmente inesperada y no pude resistirme. Conseguí entradas, transporte y alojamiento a la mitad del precio que valía, que si bien no era poco, no era inaccesible. Cuando me quise dar cuenta eran las cuatro y el sol me quemaba la nuca. Vagaba sin tener idea a donde ir hasta que me topé con uno de los escenarios principales. En unos minutos arrancaban por lo que decidí quedarme. Me sorprendí al encontrar un rincón donde unos 30 o más pibes estaban sentados mirando, algo raro en estos eventos donde están todos parados adelante de todo. Me acerqué y me senté a un costado sin esperar demasiado, pero con la tranquilidad de que al menos iba a ver el show de forma cómoda.
Lo primero que escuché de los parlantes fue una serie de palabras de una voz distorsionada que salía de los parlantes. Hablaba tan rápido que no le pude entender nada. Aun sí hubiera estado en español tampoco habría entendido. "¿Qué carajo?"—pensé por adentro.
De golpe la voz se cortó y salieron los músicos al escenario saludando al público. Y ahí de la nada el show arrancó. Esa maldita percusión pegadiza, los gritos de la gente hypeando y los chabones saltando en el escenario fue una cosa media bizarra. No esperaba ni por asomo algo de esa energía en un horario tan temprano. Pero ahí estaban estos tipos saltando y bailando de forma totalmente random.
El tema me sonaba como energético, pero tenía una onda rarísima. Como exótico, misterioso, medio tenso incluso pero burlón a la vez. No tenía idea que me iba a encontrar cantando este tema durante cinco años más.
Y la letra, por Dios, esa letra. No era nada del otro mundo en realidad, pero ¿viste esas canciones con las que conectás con la letra? Bueno...
"Daddy was dumb, said that I'd be something special..." — empezó. "Pfff, somos dos"
"Brought me up tough but I was a gentle human..."—siguió. "Ahí me perdiste"
"Said that he loved each of my two million freckles"— "Ehhh...No precisamente"
"When I grew up, was gonna be a superstar"— "Eso le hubiera gustado a Nachito".
Lástima que no salí a él. Bah, lástima para él en todo caso. Quería que fuera alto, fuerte, fanático de los deportes, que estudiara Administración de empresas o Ciencias Políticas y que trabajara en alguna de las empresas de sus amigos. Vomitivo todo.
En las pantallas veía como la gente saltaba al ritmo de los tambores y al frontman de la banda moviendo la cabeza y sonriendo al cantar como si estuviera poseído. La canción empezaba despacito a levantar vuelo y sentía que se venía algo potente.
"I can't get a job so I live with my mom...
I take her money but not quite enough...
I sit in the car and I listen to static... (!)
She said I look fat, but I look fantastic..."
— "Wow. Esto ya es como personal, ¿Leyeron mi biografía no autorizada o qué onda? "
Y entonces llegó el estribillo y la gente empezó a pararse y no tuve más remedio que imitarlos.
"Cut back down to my knees,
Gotta get back, gotta get free,
Cut back down to my knees,
Be like them, lean back and breathe..."
"Ah no, qué zarpado esto"—recuerdó pensar mientras me movía en el lugar empujado por la gente a mi alrededor que de repente saltaba con los brazos en el aire.
Los parlantes me retumbaban en el pecho y apenas llegaba a ver el escenario, pero la energía era espectacular.
La letra aparentemente narraba la historia de un ñato medio rarito que intenta formar parte de la sociedad, y que por esto pasa más y más tiempo sólo adentro de su cabeza volviéndose cada vez más y más rarito. Tan cliché como pudiera ser, no era difícil sentirse identificado. No al menos para mí, que se yo. No sé qué hacés de tu vida, viste.
La canción continuó con la siguiente estrofa hablando más sobre este personaje medio bizarro que parece darse de cuenta de su... ¿bizarrez? Pero en cierto forma es como que le chupa un huevo, o ya está resignado. Es como que se siente un heroe sabiendo que es un salame, y al final no sabés qué mensaje llevarte de la canción.
Junto con el estribillo es como que pintaba una situación interesante. El personaje narra su vida que a todas luces es bastante pedorra, o que uno desde afuera rápidamente puede juzgar así (sin detenerse a pensar cómo o porqué llegó a eso). Incluso él mismo parece ser consciente de la ¿pedorrez? (hoy la calidad de escritura bajó varios puntos, ya sé) de su vida pero no parece prestar atención a esos juicios externos... o al menos eso parece intentar sin demasiado éxito al escuchar el estribillo.
"Cut back down to my knees,
Gotta get back, gotta get free,
Cut back down to my knees,
Be like them, lean back and breathe..."
Repetí las frases una y otra vez saltando en el lugar y en mi cabeza empecé a escuchar los gritos de nuevo:
"¿Porqué no podés ser como los demás? ¿Porqué no podés ser como tus primos? ¿Porqué discutís todo lo que te digo? ¿Quién te pensás que sos? ¡Cortala de una vez! ¿Porqué te vestís así como un croto? ¡Me das vergüenza! ¿Sabés las gastadas que me tengo que aguantar en el trabajo por las cagadas que te mandás? Tenés más de lo que cualquiera de esos amigos tuyos podrían pedir. Callate, comportate, hacé lo que te digo y dejate de joder".
Desde entonces, más de una vez me encontré repitiendo una y otra vez el estribillo. O sea, es pegadizo, sí, pero en cierto modo lo siento como una especie de mantra o una conversación interna conflictiva. Porque por un lado dice algo como: "Me cortaron las piernas, necesito volver a lo que era, a lo que soy, necesito ser libre de nuevo", pero por el otro: "Sé como los demás, acomodate, relajate y respirá".
Y ahí terminaba el recuerdo, conmigo lleno de adrenalina y abajo del sol, saltando y bailando abrazado a un par de randoms (que jamás volvería a ver) totalmente transpirados cantando una canción de una banda que acababa de conocer. Con la mente completamente vacía y libre, la mirada perdida en la lejanía y los ojos bien abiertos brillando naranjas. No era nadie y a la vez era yo mismo, libre en la masa, libre de preocupaciones. Una situación rara que jamás hubiera esperado haber vivido. "Es la vida misma"
"Cut back down to my knees,
Gotta get back, gotta get free,
Cut back down to my knees,
Be like them, lean back and breathe..."
¿De quien hablará la canción? ¿De los inadaptados que sufren intentando "formar parte" o "figurar", o de aquellos a los que ya no les importa nada y están más allá del bien y el mal? (¿Dónde caeré yo?) Capaz se trata de aceptarse a uno mismo como realmente es y no como "los demás" te ven.
Con esa pregunta en mente unas semanas después terminé creando uno de mis personajes de juego de rol. Sir Padraig Gunnach, el caballero pelirrojo que apestaba combatiendo pero que cantaba como los dioses. Hijo de un padre exigente y luego líder una familia disfuncional que necesita de él para sobreponerse a la adversidad. Si te interesa leer algo de su historia, buscá los capítulos titulados "As'Drahol" en la otra parte del blog: "Crónicas de la Bajociudad" (ah metía el chivo nomás).
Pero la anécdota no termina acá. Porque cuando me di cuenta escuchaba una voz que me hablaba:
"Los sándwiches son 450"— La cajera me miraba conteniendo la risa al verme bailar en el lugar.
"Siempre dando la nota vos Collarini"— pensé por adentro mientras buscaba la billetera para pagarle.
"Gracias. Nos vemos"—le dije sin animarme a mirarla a la cara por la vergüenza.
"¿Qué estás escuchando? Parece lindo"—me preguntó sorpresivamente.
La miré a la cara y balbucée dos boludeces antes de poder responderle:
"Una canción de una banda que escuché en vivo hace unos años..."—le puse PLAY en el teléfono y me puse a explicarle (quizás demasiado extensamente) el significado de la letra hasta que un gesto en su cara me dio a entender que dejara de hablar.
"¿Está buena viste?"—le pregunté avergonzado.
"Ehmmm...Sisi. Gracias. Bueno, nos vemos que tengo que seguir atendiendo"—me dijo claramente esquivándome la mirada.
"Sep, definitivamente del lado de los inadaptados. Ahí caigo yo por si cabía alguna duda."—me respondí al salir del local al que no me animaría a volver a entrar por un mes como mínimo.