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Mientras tanto, en Corea.
—Señora, no es que no queramos ayudarla, pero ya ha venido muchas veces. Con el grado de desfiguración que tiene, no podemos restaurar su apariencia, y aunque pudiéramos, no sería lo mismo que antes —el personal del hospital de cirugía cosmética le dijo en inglés fluido—. Debe buscar otro hospital.
La mujer se volvió a poner la máscara decepcionada. Habían pasado muchos años y se había adaptado, pero nunca había estado tan desesperada como ahora.
Si no podía restaurar su apariencia, no podría mostrar su rostro en público con dignidad, lo que significaba que avergonzaría a Victor Chadwick.
No quería soportar que otras personas la señalaran y susurraran, y tampoco quería que Victor y Monica hicieran lo mismo.
Más importante aún, ¡no podía lidiar con esa mujer de apellido Arianna de esta manera!
