"Advertencia la siguiente historia no es apta para menores de 21 años, contiene temas sensibles: abuso, suicidio, y temas que pueden herir la sensibilidad de lector.
Se recomienda leer bajo su propio riesgo"
Había nacido en la orfandad, sin conocer el calor materno, sin conocer el amor de una madre, todas las noches tenía el mismo sueño donde podía ver a aquel que lo trajo al mundo, su rostro distorsionado y borroso, hacía más difícil el trabajo de poder recordarlo, pero el aroma ese aroma era inolvidable, inconfundible, aquel olor a limones de su cabello, junto con el olor a café de sus feromonas, el aroma invasivo, el olor de su madre.
¡Mamá! ¡¡Mamá no lo hagas! —Pero este no lo oía, seguía su camino, ignoraba su llanto, y se marchaba, se marchaba sin él. ¡Mamá! ¡Vuelve por favor!.
Era tan pequeño, apenas llegaba al año cuando esto sucedió que solo recordaba muy pocas cosas de este, recordaba que hasta un día antes de que lo abandonará alli tomaba del pecho, aquel vínculo tan especial que ahora se veía roto, desde aquel día.
¿Por qué? Era la pregunta de todo los días, ¿por qué su madre le negó su amor? Acaso fue por ser un Omega, acaso su madre lo dejó por su naturaleza frágil.
—"Nadie te quiere, nadie quiere a los Omegas"
Aquel niño Alfa se burlaba de mi, señalandome, burlándose, quizás así se sentiría mejor.
Era el unico Alfa alli, un Alfa que fue abandonado por sus padres, porque no lo querían.
El alegaba que sus padres no lo habían abandonado, que ellos jamás lo harían volverían por el, cuando se deshicieran de su hermano menor un Omega a cual él empujó por las escaleras, y casi mato —"Ellos se dieron cuenta de que no lo quiero, que no me agrada, así que le encontrarán un lugar y volverán por mi, nadie quiere a los Omegas. Mis padres y yo, seremos felices solo nosotros 3." —se reía mientras seguia jugando, yo solo asenti sin responder a sus insultos, en el fondo era el único amigo que tenía, y me daba lastima como se aferraba a la esperanza de que sus padres regresaran, padres que lo habían abandonado hacía ya varios años.
Recordaba como lo trajeron, y fueron a la oficina a renunciar a todos sus derechos sobre él, sus padre lo odiaban, había lastimado muy grave a su hermano, y antes de cometer una locura los trajeron aquí.
Yo oía todo, mientras estaba oculto en aquel mueble.
—"No queremos saber nada de ese niño, nada. Pagaremos lo que sea con tal de que el día de mañana no nos encuentre, jamás lo quisimos no fue deseado, pero lo intentamos no sabe como lo intentamos, pero ya no, ya no"
Él era más chico que yo, pero debido a que era un Alfa se empezó a desarrollar mucho más rápido, a crecer en altura, fuerza, en ponerse ¿Bello? a pesar de toda su indiferencia y insultos, de tratarme de menos.
No podia negarlo, que cada día se ponía más bello, mientras el ya parecía todo un jovencito, yo aún seguía tan escuálido sin agarrar cuerpo, quizás solo debía esperar a tener mi primer celo, el cual de pensarlo me aterrorizaba, de lo que pudiera pasar en ese momento.
Continuara...