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Chapter 8 - Capítulo 7

Mi nombre es Olga Discordia, soy la hechicera más poderosa de la historia. Desde que tengo memoria he estado en guerra contra Celestine.

Esta guerra a durado unos cientos de años .

Mis habilidades como nigromante capaz de potenciar a los monstruos. Han ayudado a mantener la ventaja en esta guerra.

Pero un día noté que mis poderes estaban disminuyendo.

Pronto fui capturada junto con mi mano derecha, Chloe, por los mercenarios Black Dog Liderados por Vault. Más tarde descubrí que la razón de que mis habilidades mágicas comenzaran a declinar repentinamente se debió a que fui envenenada por mi propia gente.

Vault convenció a los machos de mi clan y a los monstruos de unirse a su lado y ayudarlo a crear un imperio donde las mujeres se vean obligadas a apaciguar el deseo sexual de los hombres del país.

...

El calabozo era oscuro, mal ventilada, los pisos cubiertos de moho y los muros cubiertos con la sangre de los presos.

En ese calabozo se encontraba Olga Discordia, apresada y encadenada junta con su mano derecha, Choel.

...

Después de horas de esperar en el oscuro y húmedo calabozo, llegaron un grupo de soldados que procedieron a llevarse a la prisionera Choel.

Viendo como los soldados se llevaban a Choel.

No podía hacer nada, solo ver con impotencia como se llevaban a mi sirviente. No, es más que un sirviente, es mi amiga.

Le falle como Reina y también le falle como su amiga.

Me quede petrificada, esperando que fuera mi turno para llevarme y padecer el mismo destino que ella. Un destino, pero que la muerte.

Pero al parecer los guardias no querían esperar más, empezaron abrir las puertas de la celda. En ese momento estaba desesperada, llena de miedo, ansiedad.

Cerrando los ojos, aceptando mi horrible destino.

Cerrando los ojos, esperando lo que me parecieron que fueron, no llego.

Abriendo los ojos, lo que me encontré no fueron los horribles ogros que tenía en mente.

Lo primero que vi fueron esos hermosos ojos azules.

Después noté que en el suelo, no muy lejos de sus pies, se encontraban tirados los cadáveres de los ogros que hacían guardia.

 Después de notar que por el momento estaba a salvo, todas mis emociones explotaron, que no pude resistirme a saltar encima del joven apuesto que me salvo y no pude evitar besar sus labios.

Después de calmarme y notar que no era el momento ni el lugar, me separe con mucha desgana.

También note un toque de decepción en el rostro del joven. Jejeje que lindo se veía su cara de tristeza.

....

Caminando por los pasillos se podían ver los cadáveres de tanto mi gente como de los enemigos. Parece que los enemigos no tuvieron tiempo de limpiar el castillo o estaban tan cachondo que no gastaron tiempo en limpiar los cadáveres de la zona.

Mientras intentábamos evitar el mayor número de guardias posibles, tuve una pequeña charla con Reik, que al parecer era su nombre.

Dijo que vino específicamente a salvarme y con la misión de eliminar a Vault. Y luego me explicaría todo en detalle cuando salgamos de aquí.

Si fuera solo para eliminar a Vault, le creería completamente. Después de todo, el sueño de ese loco es esclavizar a todas las mujeres del mundo. Eso afecta tanto a los elfos como a los humanos.

Pero la parte de salvarme ami dudé en crecerlo, después de todo mi identidad es la reina de los elfos oscuros, el mayor mal de la humanidad. Y por lo que veo, a pesar de su increíble fuerza, sigue siendo un humano.

...

Después de muchas idas y vueltas, al fin logramos llegar al trono donde tenían rodeados a mi guerra Choel.

Reik se ha cerca primero a la escena, salvando primero a su hermano, luego liberando a Choel de sus cadenas.

Fue tan guapo y varonil que casi no pude evitar gritar como niña pequeña de la emoción. 

Pero me controle. Luego de calmar mis emociones internas, llegue al lado de Choel.

Después de notar que llegaban refuerzo, parece que Reik creyó que seriamos una carga y no se equivocaba, ya que su hermano estaba cansado y Choel y yo aun no nos recuperábamos.

Luego me lanzo una mirada que entendí de inmediato, aunque su hermano resistía de irse aun así y recite un hechizo para escapar de aquí con él poco de mana que había recuperado.

..

Después de escapar de lo que una vez fue mi castillo, ahora mi prisión. 

Me llego a la vista la horrible escena de donde lo que una vez fue mi reino. Edificios destruidos, cadáveres de hombres, ancianos, mujeres violadas y niños por el suelo.

Después comenzamos alejarnos del lugar en busca de un lugar más seguro. Pasaron horas caminando hasta que nos detuvimos en un lugar que creímos seguro.

Era una pequeña cabaña abandonada en medio del bosque. Tal vez los residentes anteriores dejaron el lugar para mantenerse alejado de la guerra.

Después de verificar que el lugar era verdaderamente seguro, empecé a confrontar al hermano de Reik, Luth, mientras Choel apuntaba su arma hacia él.

Aunque no quería dudar de la persona que me había salvado en el momento que más vulnerable que estaba. No podía ser ingenua de que un humano me salvaría por nada a cambio.

Lo que escuche fue muy ridículo, incluso creí haber escuchado mal.

Que una supuesta Diosa los había enviado a salvarnos. Incluso que su hermano sería mi futuro esposo.

La parte que dijo que sería mi esposo me hizo sonrojar un poco, pero rápidamente me calme.

En medio de nuestro interrogatorio apareció Reik. No nos sorprendió demasiado, ya que no ocultamos demasiado nuestras huellas para que fuera mas fácil para el encontrarnos. Aunque sería un problema si los enemigos nos encontrara primero. Pero ya había recargado suficiente maná para pelear, incluso escapar si fuera necesario.

Cuando llego, por un momento logre deslumbrar lo que parecía ser el rostro de un demonio en su espalda, antes de desaparecer como si nunca hubiera estado hay.

Pero como no vi ningún rastro de sorpresa en el rostro de Luth, concluí que era algo normal en él. 

Luego dijo que el rostro en su espalda era el regalo de la Diosa. 

Recordando la marca en su espalda, pensaría más que era un regalo de un Demonio.

Incluso volvió a mencionar el beso del momento de que me salvo. Casi no pude evitar sonrojarme de la vergüenza, pero rápidamente me calmé.