Tengo que decir que esta Ciudad es hermosa, digno de ser unas de las Ciudades de las Siete Princesas.
Algo de lo que me he percatado durante el transcurso de viaje es que en este mundo, a diferencia de mi vida pasada, hay más mujeres en comparación de los hombres.
Y tampoco me acostumbro a su forma de vestir. No es que me queje, solo que aún no me acostumbro.
'Siento que desde que llegamos hemos estado siendo observado, pero no logre ver a nadie, creo que es solo es mi imaginación.'
"¿Que como haremos para que nos crean sobre la traición de Vault?" Pregunta Luth.
"Bueno, algo se nos ocurrirá." Digo con un tono lleno de confianza.
Aunque no sé mucho sobre la historia de este mundo, si no me equivoco y mi mente no me falla, hay un traidor en esta Ciudad, gracias a él se logró conquistar más rápido esta ciudad.
Mientras recolectemos las pruebas que muestren que traiciono y se asoció con Vault y luego se la mostramos a Alicia. Luego solo faltaría preparamos para el ataque que se avecina.
Solo queda saber donde vive ese tipo y recolectar pruebas y ver como podemos ponernos en contacto con Alicia ya que estoy seguro de que sus guardias no dejaran que unos extraños se acerque a ella. Y no quiero recurrir a la violencia ya que eso sería contraproducente.
"Solo necesitamos averiguar donde vive Beasley y conseguir pruebas de que traiciono a la alianza." Le digo a Luth.
"Como se esperaba de ti hermano, ya tenías todo planeado" Dice Luth.
"Él único Problema sería como cercarnos a Alicia, ¿Se te ocurre alguna idea?" Le pregunto a Luth sin tener muchas esperanza que se le ocurra alguna idea de como acércanos a ella.
"Hermano ,y si nos acercamos a ella usando tu identidad como prometido?" Dice Luth, después de un largo silencio.
"¿Eh?"
"¿Que dijiste?" Le pregunto a mi hermano pensando que escuche mal.
"Que usemos tu identidad como su prometido para acércanos a ella. ¿Dije algo malo?" Dice mientras se rasca la cabeza torpemente.
"No.. Es una buena idea, hagamos eso mismo, solo me sorprendí de que se te ocurriera una buena idea." Digo con un tono tranquilo, pero mi mente no se encontraba nada pacífico.
No mentiré, sus palabras me tomaron por sorpresa, sabía que tenía una prometida llamada Alicia, pero nunca pensé que era ella.
Cuando Papa menciono que tenía una prometida llamada Alicia, en ese momento no le preste mucha atención ya que en ese momento estaba más centrado en volverme fuerte.
No era que no me quería casar con ella. Solo un tonto rechazaría a una esposa que te están dando gratis.
No soy como los otros reencarnados que rechazan el matrimonio arreglado por una tontería como de que aún no estoy enamorado con ella o la escusa que no me casaré con alguien que ni conozco.
Un día por curiosidad le pregunté a mi padre quien era mi prometida, el cual me respondió diciendo que ella era alguien muy importante con un estatus elevado que no podia ofenderla bla bla bla.
No sé que más dijo ya que deje de prestarle atención.
En ese momento pensé que aunque no soy un plebeyo, ella teniendo un gran estatus, ella algún día vendría a cancelar el matrimonio y tendría la gran escena famosa en la que el protagonista es humillado.
Y en ese momento me levantaría y gritaría:
¡Treinta años Hedong, Treinta años Hexi, no intimides a los jóvenes hasta llevarlos a la pobreza!
Pero como ese momento nunca llego, deje de prestarle atención al tema de que tenía una prometida. Y nunca pensé que mi prometida terminaría siendo Alicia Arcturus.
"Está bien hermano, vayamos a conocer a mi Prometida" Le digo a Luth mientras comienzo a dirigirme al castillo real.
"Creí que iríamos primero a recolectar las pruebas." Dice Luth desconcertado, pero aun así, comienza a seguir a su hermano.
"Pienso que es mejor conocer a mi prometida. Sería descortés llegar a su territorio y no saludarla primero" Le respondo a Luth.
Estaba pensando primero ir a recolectar las pruebas, pero ahora que Alicia termino siendo mi prometida, pienso ir a conocerla primero.
Como alguien que vio Kuroinu sería un tonto en dejar ir a tremenda belleza.
Ahora que pienso en el bastado de Beasley, aunque nunca pensé en dejarlo ir, ahora tendré que darle un peor castigo.
...
"Alto no se permite la entrada a extraños."Dice, uno de los guardias.
"Diga el motivo de su visita."Dice, la otra.
Mientras me acerco a unos de los guardias mientras contemplo sus vestimentas o uniformes que dejan la mayor parte de sus cuerpos a la vista.
'Esos cuerpos son hermosos.'
No, no estoy siendo lujurioso, solo inspecciono sus uniformes que no brindan nada de protección. No es que ando viendo sus hermosos cuerpos, después de todo soy una persona seria.
Retirando de mala ganas mis ojos de sus cuerpo mientras miro a la cara a uno de los guardias.
"Vengo para reunirme con su líder, Alicia Arcturus." Les digo mientras les muestro una sonrisa, haciéndolas sonrojar a ambas y una de ellas casi comienza a babear.
Parece que Dios no fue malo y me dio un cuerpo con buena apariencia y eso, sumando que ahora active la sangre Hanma.
En el mundo original de Baki, Yuhiro Hanma podría acostarse con cualquier mujer que quisiera, y ninguna de ellas se negaría.
No recuerdo muy bien porque era, creo que era algo de las hormonas o algo así, que sé yo. Pero se podría decir que esa es una de las habilidades pasiva de la sangre Hanma.
Se puede decir que gracias a ese rasgo pude conseguir más fácil a Olivia, ya que incluso si contamos con todo lo que vivimos y pasamos esa semana juntos, se podría decir que todo sucedió muy rápido.
"No se nos notificaron de que habría alguna visita." Dice una de las guardas después de recuperarse después de haber perdido la compostura.
"No había hecho una cita previa con ella." Les digo a la guardia.
"Si no a hecho una cita no los podemos dejar entrar." Responde la guardia.
"Ejem.. Dígale a su Líder que su prometido ha venido para conocerla." Les respondo.
Cuando las guardias escucharon que era su prometido, se sorprendieron.
"Espere un momento." Dice una de las guardias después de estar aturdida por unos segundos.
Mientras la guardia se iba para avisar a Alicia de mi llegada, empiezo a pensar sobre Alicia.
Bueno Por fin llego el momento de conocer a mi Hermosa Prometida. Siento pena por Olga, pero esta es una orden de mi padre y no puedo negarme.
'No puedo hacer nada, solo puedo ser un hijo filial y cumplir con sus órdenes.'
No es que quiera casarme con ella, ya tengo a Olga en mi corazón. Solo lo hago porque es mi obligación como segundo hijo de la Familia.