Punto de vista de Yarin:
El tiempo pasaba lentamente y pronto llegó febrero.
Ya era finales de invierno y el clima ya no era tan frío, con la nieve empezando a derretirse. A Cynthia le encantaba verse hermosa y ya había encargado muchas prendas de primavera. Lady Charlies la vestía como a una muñeca, y estaban perfectamente sincronizadas en cuanto a moda se refiere.
Heller y yo estábamos a punto de comenzar las clases en la Academia Sivir, donde los estudiantes de secundaria debían llevar uniforme.
Sin embargo, esto no disminuyó ni un poco el entusiasmo de Lady Charlies por hacer ropa. Heller y yo fuimos como maniquíes durante toda una semana, permitiendo que los sastres nos tomaran medidas y nos describieran todo, sumergiéndonos en el intrincado mundo de las telas, colores, accesorios y más. Me di cuenta de lo paleto que había sido antes.
Mamá no estaba interesada en vestirnos —excluyendo a Cynthia—, así que esto fue toda una experiencia nueva para nosotros.