Lu Heting preguntó:
—¿Qué ocurrió?
—Sun Man ha sido abofeteada metafóricamente. Se tomó una baja por enfermedad y no completó su trabajo, pero en vez de eso fue a beber con grandes tiros en un club nocturno —le pasó Su Bei su teléfono a él.
Justo como Lu Heting había predicho, todo estaba bajo su control. Él fue quien envió esas fotos de Sun Man.
Lu Heting estaba satisfecho con este resultado. Una sonrisa apareció en su cara fría:
—No está mal.
Su Bei sintió que era un poco extraño:
—¿Por qué piensas que los paparazzi no intentaron vender las fotos a Sun Man sino que las enviaron directamente al Señor Walter?
—Quizás hay personas en la industria a quienes no les agrada Sun Man y han tomado medidas.
Su Bei suspiró suavemente:
—Es verdad. En esta industria donde hay fama y fortuna, incluso si eres íntegro y no temes a las sombras, aún tienes que tener cuidado con muchas cosas. ¿Qué más con Sun Man, cuyo carácter está lleno de defectos?