Maya y Caden lanzaban miradas a Damon y Talia a través del espejo retrovisor y observaban cómo Damon acunaba a Talia en sus brazos con delicadeza, como si estuviera hecha de cristal.
—¿Desde cuándo es nuestro Alfa tan amable con las víctimas de abuso? —preguntó Maya a Caden a través de su enlace mental.
—Quieres decir: desde cuándo es nuestro Alfa tan amable. Punto —Caden la corrigió y preguntó—. ¿Sabías de esto?
—Para nada —respondió Maya—. Damon siempre fue rápido en ligar con mujeres pero traer una a casa es algo nuevo para él.
Maya señaló al espejo retrovisor, indicando a Caden que mirara.
Los ojos de Caden se desviaron justo a tiempo para ver a Damon ajustar su posición para que Talia estuviera más cómoda mientras se apoyaba en él y dormía.
—Parece que el gusto de Damon por las mujeres ha cambiado —dijo Caden.