"Ravina mantuvo los ojos cerrados todo el tiempo, esperando que el vuelo terminara pronto. Terminó con su aterrizaje forzoso. La bestia decidió soltarla cuando aún estaba alta en el aire para aterrizar de manera segura y ella cayó rodando sobre el grava. Se raspó las manos y los brazos.
Bueno pues—pensó que la tortura había comenzado mientras se levantaba a sus pies. Claramente, este dragón no sabía que disfrutaba del dolor físico. Se sacudió el polvo mientras él aterrizaba de un giro y volvía a su forma humana. Verlo volver a transformarse vistiendo un par de pantalones le hizo pensar rápidamente en los dragones como criaturas mágicas, pero no pudo reflexionar más cuando sus oscuros ojos se posaron en ella.
—Mis disculpas —dijo acercándose—. Olvidé por un momento que eres humana y no puedes aterrizar con gracia.